Muchas veces he escuchado a las mamás pedir opiniones de la presencia de otros hijos en el nacimiento del nuevo hermanito… Lo que desarrollaré a continuación es una opinión, tan válida como la tuya, la cual espero leer en comentarios.
Primero, compartiré un par de casos que he vivido y otras cosas que otras doulas me han compartido,
Caso 1. Llego a un parto, donde la mamá tendría un segundo bebé después de catorce años. En escena los padres, el médico y una hermosa hermana de 14 años visiblemente emocionada.
Durante los primeros momentos, la chica estaba absorta en el proceso de su madre, impactada de amor, un momento memorable.
Conforme el trabajo de parto se intensificaba, la chica se iba alejando de la acción…
Yo veía a una madre entregada, con dolor que aumentaba según lo esperado pero manejado con enorme instinto y sabiduría.
La mujer estaba plena, el esposo cercano, el médico observando y yo disponible para detalles. Conforme se intensificaba, nos avocábamos a la madre, tal cual se espera.
Seguro, ante los ojos de las doulas y médicos se describiría como un parto hermoso.
Al nacer el bebé, miré a la hermana que se había diluido… su mirada era tímida. Me acerqué y me dijo ‘jamás seré madre’
En ese momento la llamaron los padres para ver a su hermanito.
Terminando la labor con la mamá, la busqué… seguía impactada. Hablamos del dolor y el sufrimiento, de manejar el dolor, de lo intenso de un nacimiento y de lo bien que lo había hecho su madre.
Estoy segura que en esa corta charla pude rescatar puntos importantes para que ella procesara lo vivido, sin embargo también lo comenté a los padres para continuar con ella.
De eso ya son algunos años, ella aún no está en la recta a la maternidad, al parecer pudo procesar lo vivido, pero creo que aunque lo padres y ella misma asumieron que estaba lista para la experiencia, aún faltó más.
Caso 2. Parto de tercer bebé, estaría presente el hermano mayor de 5 años, era un lindo niño activo y curioso.
Apenas se percató del dolor de mamá, la alberca en casa era toda una aventura. La salida del bebé fue vivida de forma muy natural… yo diría que todo iba sobre ruedas.
Cuando vio a mamá con el bebé en brazos se acercó muy emocionado a conocer al bebé que resultó ser una hermanita. La miraba con mucho amor…
Esa experiencia fue excelente. Sin peros, según lo esperado.
Caso 3. Parto de segundo bebé, la hermana mayor tenía 6 años. Una niña muy cariñosa y bastante mimada por sus papás, es decir de mucho apapacho y abrazo. Hermosa relación.
Igual que en el caso anterior, estaba extasiada con la alberca y unos botecitos que le dejaron a la mano. Por un rato incluso estuvo bañando la pancita de mamá con el agua.
Cuando nació su hermanita, se acercó, la miró y se acurrucó con la mamá… y dijo abrázame a mi, y ya no quiso moverse más… no fue posible retirarla de mamá para ‘el aterrizaje del bebé’ o para la lactancia del primer momento.
Esta nena tuvo su momento al nacer, tuvo a su mamá disponible… su hermanita no.
Comparto estos tres casos para que sea más fácil compartir los puntos que dan vuelta en mi cabeza cuando una mamá me pide una opinión al respecto, opinión que suelo evadir… sin embargo aquí entre compañeras, comparto y espero leer tus experiencias.
En sí creo que el parto es un evento muy íntimo, creo que deberían estar solamente las personas necesarias para ello. Pero me queda claro que es la mamá la que define quienes son esas personas necesarias, y entre ellas puede contar a los hermanos.
Creo firmemente que mostrar partos o contar historias de partos no preparan a nadie para estar frente a frente con la llegada de la vida… lo digo como madre que lo ha vivido y como doula profesional. Entonces es complicado pensar que un niño o niña pueda estar preparado para este evento. Es decir, no hay garantías.
De igual modo, creo que la mamá debe ensimismarse lo cual suele complicarse si se es responsable de alguien más.
Y por último, debo mencionar que nadie sabe cómo será el trabajo de parto al final de la jornada, si será intenso, complicado, sencillo, tranquilo, etc… siempre es una gran sorpresa.
Aún así, jamás he dicho no recomiendo hermanos presentes, pero sí recomiendo tener a alguien más para atender a ese niño o adolescente, que se centre en el hermano y no en la mamá. Que pueda retirarlo si el momento lo exige o que pueda dar seguimiento a sus miradas, comentarios, sorpresas, etc.
También recomiendo pensar con calma cual es el objetivo de su presencia… a veces es la moda, o quererlo hacer partícipe, otras veces será que ha preguntado o que su personalidad invita a que esté presente.
Si los padres conocen su objetivo facilita saber qué necesitan prever para que sea una buena experiencia para todos.
¿Cuál es tu experiencia? ¿Cuál es tu opinión?